En L’Officiel, nos propusimos descubrir de la mano de la mexicana los entretelones de la vida de un sommelier, al tiempo que confirmamos porqué la carta de vinos del Hotel Brick no tiene igual. 

Es un hecho, el saber beber es un arte. Pero sobre todo, el conocer c&oacute;mo catar un vino para elevar una experiencia gastron&oacute;mica, lo es a&uacute;n m&aacute;s. A trav&eacute;s de una buena copa, se realzan los sabores de la comida y se evocan algunos recuerdos. Por ese motivo, el Hotel Brick se dio a la tarea de convocar a la mejor sommelier mexicana, Sandra Fern&aacute;ndez, para dise&ntilde;ar una carta de vinos que hiciera destacar este espacio lleno de historia.&nbsp;

En una visita a este insuperable hotel boutique de la Ciudad de M&eacute;xico, podr&aacute;s encontrar etiquetas de vinos de diferentes partes del mundo, incluyendo bodegas naturales y org&aacute;nicas de pa&iacute;ses como Espa&ntilde;a, Estados Unidos, Argentina, Chile, Francia, Italia y por su puesto M&eacute;xico. Adem&aacute;s, est&aacute; disponible una variedad estupenda de vinos tinto,&nbsp;blancos, rosados y jerez, los cuales funcionan magistralmente con la oferta gastron&oacute;mica que el&nbsp;chef Armando Acosta,&nbsp;ha desarrollado para el restaurante del hotel,&nbsp;Cerrajer&iacute;a,&nbsp;y&nbsp;que tambi&eacute;n animan una tarde con amigos, en la Terraza 95.&nbsp;

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A&ntilde;o con a&ntilde;o, la industria del vino en M&eacute;xico se torna cada vez m&aacute;s apasionante. Constantemente, podemos observar un incremento de bodegas locales, cuya producci&oacute;n goza&nbsp; indiscutiblemente de una mayor calidad. Si bien, hace algunos a&ntilde;os esto era impensable, encontrar una mujer exitosa como asesora de diversas etiquetas y establecimientos, lo era a&uacute;n m&aacute;s. Sandra Fern&aacute;ndez rompi&oacute; con todas las reglas establecidas, y construy&oacute; con esfuerzo y disciplina, una prol&iacute;fica carrera. &laquo;Inici&eacute;&nbsp;hace 20 a&ntilde;os gracias a la inspiraci&oacute;n que me provoc&oacute;&nbsp;mi maestra y mentora Karen Mcneil&raquo; recuerda Fern&aacute;ndez, &laquo;ella me ense&ntilde;&oacute;&nbsp;las grandes posibilidades de desarrollo en el mundo del vino y sobre todo, c&oacute;mo una profesi&oacute;n se puede convertir en una pasi&oacute;n&raquo;.

Su enorme &eacute;xito no ha venido sin grandes retos.&nbsp;Al desarrollarse profesionalmente en un sector predominantemente masculino, la mexicana ha tenido que demostrar sus capacidades, probando a M&eacute;xico y al resto del planeta, que ante el conocimiento profundo no hay machismo que gane.

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Esta resiliencia, ha impulsado que Fern&aacute;ndez se desenvuelva en su profesi&oacute;n con elegancia e instinto, agudizando su capacidad de observaci&oacute;n, para ofrecerle a los comensales un servicio impecable. &laquo;Siempre me fijo si el cliente est&aacute; abierto o no a probar algo distinto a lo que est&aacute; acostumbrado; algo diferente a lo que normalmente lo hace sentir c&oacute;modo&raquo; explica, &laquo;tambi&eacute;n si quiere dejarse sorprender o es una persona muy conservadora, que prefiere apegarse a los cl&aacute;sicos. Pero lo m&aacute;s importante es que se vaya feliz. El vino es una experiencia y la experiencia hace un recuerdo, lo que quieres es que ese recuerdo los regrese a ti&raquo;.&nbsp;

Por otra parte, con el paso de los a&ntilde;os se ha hecho cada vez m&aacute;s evidente que&nbsp;el arte culinario no puede estar completo sin vino. Cada uno, juega un rol de igual importancia&nbsp;en la experiencia gastron&oacute;mica individual de un cliente. &laquo;No hay mejor bebida para comer que el vino. El ritual de abrir una botella de vino que este a la temperatura perfecta, decantarla si es necesario, servirlo en una copa preciosa de cristal pulcra y brillante que viste una mesa; ponerlo en los labios y saborear su textura y su sabor, los est&iacute;mulos sensoriales que provocan un excelente maridaje; hacen una experiencia a&uacute;n m&aacute;s sublime que el solo comer&raquo; afirma, &laquo;&iexcl;no olvidemos que del ticket promedio de una experiencia de fine dining,&nbsp;el vino ser&aacute; el mayor porcentaje de la cuenta! Es casi m&aacute;s importante que la comida en t&eacute;rminos de ingreso&raquo;.

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Cada visita al Hotel Brick es una vivencia &uacute;nica, pero de acuerdo a la reconocida&nbsp;sommelier, hay algunas sugerencias que en tu pr&oacute;xima estad&iacute;a puedes seguir: &laquo;Es importante saber que cada quien puede beberse la copa de vino que quiera y disfrutar un maridaje individual, mientras comparte la mesa&raquo; explica, &laquo;pero puedes iniciar con jerez o con una copa de espumoso, continuar con un blanco seco floral de vi&ntilde;edo org&aacute;nico o un rosado divertido y mineral. Luego, seguir con un tinto ad-hoc a tu platillo fuerte o bien probar una cepa como Bonarda o como un Carm&eacute;nere, para finalmente terminar con un oporto o un coctel maravilloso de la propuesta del hotel&raquo;.&nbsp;

&iquest;Su recomendaci&oacute;n para los lectores de L&rsquo;Officiel? &laquo;Me parece que un Viognier Fontagline, Il Borro Ros&eacute; o El Enemigo Bonarda&raquo;, afirma. Todas fant&aacute;sticas opciones para degustar en el ambiente moderno y sofisticado del Hotel Brick, el lugar perfecto para los amantes del vino.&nbsp;

Reserva una velada inolvidable en&nbsp;info@brickhotel.com.mx&nbsp;

o llama al&nbsp; 9155-7610

<a href="https://www.brickhotel.com.mx/">Brick Hotel Mexico City</a>

Los secretos del vino con Sandra Fernández

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