Modelo, actriz, cantante, musa de Andy Warhol... nunca ha habido alguien como Christa P&auml;ffgen, la mujer detr&aacute;s del personaje que hemos conocido como Nico.

En los a&ntilde;os 50 su figura aparec&iacute;a en las portadas de&nbsp;las revistas m&aacute;s prestigiosas del mundo, en el &aacute;lbum&nbsp;de Moon Beams del pianista de jazz Bill Evans y en un sinf&iacute;n de fotograf&iacute;as tomadas por Richard Avedon. Federico Fellini la hizo participar en su ic&oacute;nica La dolce vita (1959) y <a href="https://www.lofficielmexico.com/moda/colaboraciones-historia-arte-moda">Salvador Dal&iacute;</a> la consideraba musa. <a href="https://www.lofficielmexico.com/pop-culture/bob-dylan-icono-estilo">Bob Dylan</a> escribi&oacute; su canci&oacute;n I'll Keep it with Mine&nbsp;pensando en Ari P&auml;ffgen: el hijo que Nico tuvo con Alain Delon,&nbsp;el&nbsp;sex&nbsp;symbol cinematogr&aacute;fico franc&eacute;s de los sesenta. Y s&iacute;, el padre adoptivo de aquel ni&ntilde;o pudo haber sido Jim Morrison, a quien Nico le propuso matrimonio durante una noche que acab&oacute; con la pareja&nbsp;jal&aacute;ndose de los pelos en un bar. &laquo;Nos hicimos hermanos de sangre en el&nbsp;desierto, nos cortamos en el pulgar, as&iacute; que lo llevo dentro de m&iacute;.&nbsp;Cuando muri&oacute;, yo le dec&iacute;a a la gente que no estaba muerto, eso es&nbsp;lo que quer&iacute;a decir. Hemos tenido juntos viajes espirituales. Estuve&nbsp;enamorada de &eacute;l&raquo;, record&oacute; la actriz en 1987,&nbsp; horas antes de&nbsp;la actuaci&oacute;n que ofrec&iacute;a esa misma noche en la sala&nbsp;Astoria de Madrid.

Nico muri&oacute; el 18 de julio, un a&ntilde;o despu&eacute;s de aquella entrevista, en Ibiza, donde resid&iacute;a desde hace tiempo. Una isla que visitaba desde&nbsp;los sesenta para desconectarse de todo y, particularmente, siempre despu&eacute;s de grabar un disco o finalizar una gira. Un d&iacute;a sali&oacute; de su&nbsp;casa por la ma&ntilde;ana en bicicleta, sufri&oacute; un ataque&nbsp;cardiaco ocasion&aacute;ndole una ca&iacute;da con un golpe en la cabeza del que nunca se recuper&oacute;; falleci&oacute; ese mismo d&iacute;a por la noche. Ten&iacute;a 49 a&ntilde;os.&nbsp;Vivi&oacute; mucho y deprisa.

Su belleza demoniaca la convirti&oacute; en modelo y en la invitada m&aacute;s observada y deseada de las fiestas m&aacute;s sonadas de dos continentes. Brian Jones, el&nbsp;m&aacute;s malo&nbsp;de los Rolling Stones, fue el primero&nbsp;de las estrellas del rock que la quiso para &eacute;l (el segundo puede que&nbsp;fuera Jimi Hendrix) y con Jones como productor, grab&oacute; su primer&nbsp;sencillo: I&rsquo;m Not Saying, versi&oacute;n de un tema de&nbsp;Gordon Lightfoot&nbsp;en el que Jimmy Page tocaba la guitarra de doce cuerdas poco antes&nbsp;de que creara Led Zeppelin. De todas formas, dibujar a grandes rasgos a Nico como una&nbsp;groupie o una simple cara perfecta y bonita ser&iacute;a imperdonable; aunque&nbsp;ella s&iacute; se tom&oacute; muy en serio redondear su trayectoria de amantes&nbsp;famosos vincul&aacute;ndose tambi&eacute;n con mujeres como <a href="https://www.lofficielmexico.com/moda/5-minutos-conocer-historia-biografia-coco-chanel">Coco&nbsp;Chanel</a> (de quien fue modelo en los 50) o Jeanne Moreau.

Nico y Andy Warhol en Manhattan fotografiados por Robert Lebeck , 1967. Cortesía de Gamma Raphio.

Portada de album Andy Warhol's Velvet Underground featuring Nico, 1971. Cortesía de MGM Records.

Andy Warhol y  The Velvet Underground en the Factory en Nueva York, 1966. Fotografía cortesía de Word Press.

Ella era un monstruo de la naturaleza. Una belleza de pies a cabeza&nbsp;que no se conform&oacute; con el papel de &laquo;mujer florero&raquo; con el que se&nbsp;conforman muchas chicas guapas, tal vez poseedoras de alg&uacute;n talento,&nbsp;pero que admiten diluirlo para aprovecharse del camino f&aacute;cil. Nico,&nbsp;al contrario, se junt&oacute; con la crema y nata de la sociedad m&aacute;s pol&iacute;ticamente incorrecta del mundo art&iacute;stico internacional, empezando&nbsp;por el gran padre de la vanguardia iconoclasta que fue <a href="https://www.lofficielmexico.com/pop-culture/biografia-andy-warhol">Andy Warhol</a>. &laquo;Conoc&iacute; a Warhol a trav&eacute;s de mi amigo Bob Dylan. &Eacute;l nos present&oacute; y Andy fue el detonante que me&nbsp;llev&oacute; al mundo de la m&uacute;sica justo cuando ya estaba cansada de mi&nbsp;vida como modelo&raquo;, comparti&oacute; la cantante.

Fotografía cortesía de Interfoto.

Nico ya era Nico cuando conoci&oacute; a Warhol. Pero el artista legendario fue el&nbsp;responsable de que ella se convirtiera en la voz solista de los m&aacute;s&nbsp;grandes &eacute;xitos de The&nbsp;Velvet Underground en el &aacute;lbum debut de&nbsp;la banda de Lou Reed y John Cale. Estaba claro, Nico no estaba hecha para aquel grupo musical, pero Reed hab&iacute;a cedido ante las influencias de Warhol, quien se hab&iacute;a encaprichado de esa alemana que, por cierto, hab&iacute;a sido compa&ntilde;era de clase de Marilyn Monroe en&nbsp;el&nbsp;Actor&rsquo;s Studio.
Warhol fue el productor de aquel disco, admirado&nbsp;por 75% de los m&uacute;sicos nacidos a partir de los a&ntilde;os sesenta. Cuando The Velvet&nbsp;Underground fue a grabar su segundo &aacute;lbum,&nbsp;Nico hab&iacute;a desaparecido. Ella estaba en otra historia y&nbsp;en otras pel&iacute;culas, como The Inner Scar&nbsp;(1972) o&nbsp;Le lit de&nbsp;la vierge (1970), que protagoniz&oacute; a las &oacute;rdenes de su pareja de&nbsp;entonces, el director y poeta Philippe&nbsp;Garrel, y que se&nbsp;ha convertido en uno de los filmes experimentales m&aacute;s&nbsp;cr&iacute;pticos de los a&ntilde;os setenta.

Nico y Lou Reed durante la grabación del primer álbum de Velvet Underground. Fotografía por Steve Schapiro. Cortesía de Corbis.

En lo musical sus pasos tampoco iban a ser, precisamente, comerciales: discos como&nbsp;The Marble Index (1969),&nbsp;Desertshore (1970) o&nbsp;Camera Obscura (1985) son obras maestras con un car&aacute;cter oscuro e inquieto, experimental y tortuoso,&nbsp;en la que su voz profunda y misteriosa &mdash;que alguien&nbsp;defini&oacute; como &laquo;una computadora&nbsp;iBM con acento de&nbsp;greta&nbsp;garbo&raquo;&mdash; se hac&iacute;a acompa&ntilde;ar por un instrumento&nbsp;arcaico: el armonio.
Artista polifac&eacute;tica, su muerte la sorprendi&oacute; en un periodo de intensa dedicaci&oacute;n a&nbsp;la poes&iacute;a: &laquo;La poes&iacute;a es un arte totalmente revolucionario, con aspectos que se relacionan con la pol&iacute;tica, lo&nbsp;social, etc&eacute;tera. Pero si no pudiera cantar, me morir&iacute;a&raquo;, dijo alguna vez.&nbsp;Pf&auml;ffgen falleci&oacute; despu&eacute;s de haber decidido recluirse en&nbsp;Ibiza&nbsp;para superar su adicci&oacute;n de quince a&ntilde;os a la hero&iacute;na.

&laquo;Soy una superviviente, pero me siento mejor que hace&nbsp;dos d&eacute;cadas.&nbsp;Estoy en paz conmigo; no necesito buscar nada desesperadamente. Tengo m&aacute;s paciencia que entonces y no&nbsp;me aburro nunca. Eso s&iacute;, mis ideas desde los 60 no han&nbsp;cambiado. Mi filosof&iacute;a es no cambiar. Adem&aacute;s, no hay&nbsp;por qu&eacute; hacerlo: la cultura actual es para perros, y se&nbsp;sigue viviendo de aquellos a&ntilde;os. Por eso es por lo que&nbsp;me gustar&iacute;a ir a Mongolia, al desierto de&nbsp;gobi, y vivir&nbsp;en una tienda de campa&ntilde;a escribiendo mi m&uacute;sica&raquo;.

Nico: la historia detrás de la it girl que fue mucho más que una cara bonita

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