La sofisticación del jetsetter es bien conocida, pero vale la pena ver la evolución
de la moda de las mujeres que más viajan por todo el mundo.

El 26 de octubre de 1958, un vuelo comercial cambi&oacute; la historia de la aviaci&oacute;n: era el primer Boeing 707 que vol&oacute; de Nueva York a Par&iacute;s, de la aerol&iacute;nea PanAm. Este hecho inaugur&oacute; una &eacute;poca donde viajar en avi&oacute;n era sin&oacute;nimo de una vida glamurosa, inmortalizada en escenas como las de la pel&iacute;cula Catch Me If You Can, cuando el personaje de Leonardo DiCaprio baja de una limo con seis chicas al brazo, un selecto grupo que convirti&oacute; en &iacute;conos de estilo en los a&ntilde;os 50 y que hoy recorren cientos de kil&oacute;metros a diario, con ropa de dise&ntilde;ador pero que, al mismo tiempo, pueden salvarte la vida. Esta historia es sobre esas mujeres.

El rol femenino como sobrecargo inici&oacute; en los a&ntilde;os 30, cuando en los vuelos comerciales en Estados Unidos inclu&iacute;an enfermeras en la tripulaci&oacute;n para inspirar confianza en caso de emergencia. Sin embargo, tambi&eacute;n comenz&oacute; una larga racha en la que las sobrecargos se convirtieron en una herramienta de marketing para la aviaci&oacute;n, bajo la idea completamente machista de que &laquo;si una mujer puede volar, t&uacute; tambi&eacute;n&raquo;.

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As&iacute;, el uniforme de enfermera comenz&oacute; a marcar el atuendo de esta profesi&oacute;n: cofia, sombrero, camisa, falda y delantal, y durante la Segunda Guerra Mundial, el uniforme militar influy&oacute; al convertir la cofia en un sombrero y agregar hombreras al saco. Poco a poco las aerol&iacute;neas se dieron cuenta de que estas mujeres eran un atractivo para los clientes y comenzaron a exigir un perfil muy espec&iacute;fico para este puesto: mujeres solteras, delgadas, no muy altas (por el tama&ntilde;o de la cabina), menores de 30 a&ntilde;os y que no utilizaran lentes. La palabra &laquo;atractiva&raquo; era parte de los requisitos y tambi&eacute;n se favorec&iacute;a a las gemelas.

GOLDEN AGE

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Al t&eacute;rmino de la guerra, la competencia entre las aerol&iacute;neas comerciales se dispar&oacute; y as&iacute; inici&oacute; la &eacute;poca dorada de los viajes, el glamour se traduc&iacute;a en platillos gourmet y pianistas tocando en el aire. Fue precisamente el primer vuelo de PanAm de Nueva York a Par&iacute;s la c&uacute;spide de esta &eacute;poca.

Sin embargo, las aerol&iacute;neas se topaban cada vez con m&aacute;s restricciones gubernamentales o convenios internacionales, por lo que una de las &uacute;nicas herramientas de diferenciaci&oacute;n entre ellas era la variedad de mujeres en su flota. La publicidad de United Airlines, por ejemplo, utilizaba frases como: &laquo;Casarse est&aacute; bien pero, &iquest;no te gustar&iacute;a ver el mundo antes?&raquo;.&nbsp;Fue un gran momento de liberaci&oacute;n para muchas chicas que prefer&iacute;an viajar por el mundo con un trabajo pagado, a quedarse en su ciudad natal y elegir alguna de las pocas carreras que las mujeres pod&iacute;an estudiar.

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Para este momento, las sobrecargo eran casi celebridades y volteaban las miradas en los aeropuertos al usar uniformes de Pucci, <a href="https://www.lofficielmexico.com/moda/legado-cristobal-balenciaga">Balenciaga</a> o <a href="https://www.lofficielmexico.com/moda/supersticiones-christian-dior-alta-costura-2021">Dior</a>. Pronto estas vacantes fueron muy codiciadas y solo 3% de las candidatas eran contratadas; por otro lado, las razones de despido eran injustas: bronceados, cicatrices o no llevar faja. En 1953, por ejemplo, American Airlines solicit&oacute; la renuncia de las mujeres mayores de 30 a&ntilde;os.

Las siguientes dos d&eacute;cadas, 1960 y 1970, estuvieron caracterizadas por uniformes que reflejaban el glam de esas &eacute;pocas, con botas que llegaban al muslo y minifalda o hot pants. Sin embargo, tambi&eacute;n trajeron el ocaso de la &eacute;poca de oro y las denuncias de acoso, desigualdad de g&eacute;nero y los despidos injustificados fueron en aumento.

BUSINESS OR LEISURE?

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La industria de la aviaci&oacute;n crec&iacute;a en los a&ntilde;os 80. Los viajes familiares aumentaban y la idea de glamour se hizo menos necesaria que, quiz&aacute;s, llevar una maleta extra. Adem&aacute;s, la creciente presencia femenina en el &aacute;rea laboral se reflej&oacute; en los uniformes de las sobrecargo, que ahora llevaban saco, camisa y pantal&oacute;n, un estilo ejecutivo que prevalece hasta ahora, con algunos accesorios como mascada o sombrero. En color, los tonos oscuros son populares, como el azul marino, que es conservador y profesional pero que, al mismo tiempo, es ideal para cubrir manchas. Algunas aerol&iacute;neas conservan reglas estrictas sobre sus uniformes. Por ejemplo, las mujeres de la tripulaci&oacute;n de Fly Emirates van tocadas con un sombrero rojo del que cuelga una mascada enrollada al cuello.

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La empresa tiene una lista de tonos de labial rojo aprobados para combinar con el sombrero y siete pasos obligatorios de maquillaje. Estos uniformes generalmente se cambian cada diez a&ntilde;os, por eso no muchos dise&ntilde;adores vinculados a esta marca se inclinan por tendencias pasajeras. Sin embargo, hist&oacute;ricamente este uniforme tiene una estrecha relaci&oacute;n con la moda, al ser una oportunidad para que dise&ntilde;adores colaboren con aerol&iacute;neas de sus pa&iacute;ses natales y lo hemos visto con Christian Lacroix, para Air France, Alberta Ferretti para Alitalia o incluso Macario Jim&eacute;nez, para Aerom&eacute;xico.

Si bien esta historia tiene mucha sofisticaci&oacute;n, no siempre ha estado acompa&ntilde;ada de &quot;Come Fly With Me&quot;, de Sinatra, de fondo. Las sobrecargos han sido de las primeras mujeres en el campo laboral en denunciar la brecha salarial y los abusos laborales, y en poder viajar solas por el mundo sin ser juzgadas. Al final, saben que el mundo est&aacute; a sus pies.

Un recorrido del estilo de las sobrecargos

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