
Si hablamos de un arte que es capaz de captar por completo la percepción sensorial de una persona, fácilmente pensaremos en la imagen fílmica.


Las pel&iacute;culas despiertan en el espectador cierto inter&eacute;s, e incluso una obsesi&oacute;n, por personificar un rol con quien sinti&oacute; empat&iacute;a a trav&eacute;s de un sentimiento de anhelo ut&oacute;pico. El vestuario de una cinta puede ser, precisamente, uno de los primeros aspectos que realmente lleve a una obsesi&oacute;n y, por ende, al mimetizar los vestuarios el espectador puede convertir su anhelo en realidad. El sentimiento emp&aacute;tico que generamos con los personajes, mediante sus c&oacute;digos visuales, se crea intencionalmente para transportar a complejos mundos a trav&eacute;s de sus texturas, colores y marcas. Todo gracias a la moda.

El dise&ntilde;o del vestuario y la moda viven en una relaci&oacute;n &iacute;ntima, generando una simbiosis que nutre a ambos mundos. M&aacute;s all&aacute; de los g&eacute;neros cinematogr&aacute;ficos de culto y las pel&iacute;culas que se considera que hacen buenas referencias a la industria de la moda, decidimos reflexionar en los elementos m&aacute;s interesantes que saltan a nuestra mente, como aquellas cintas que son centro de referencias en colecciones de alta gama. Un claro ejemplo de esto es la campa&ntilde;a de primavera / verano de 2016 de Gucci, cuyas locaciones y direcci&oacute;n de arte se centra en el esp&iacute;ritu hedonista y despreocupado de la pol&eacute;mica pel&iacute;cula de culto Christine F. La pel&iacute;cula retrata la escena de narc&oacute;ticos, bajo la banda sonora y aparici&oacute;n de David Bowie, en Berl&iacute;n en la d&eacute;cada de 1970.

Frame de Christiane F_Getty Images.jpg

La demanda del p&uacute;blico conmovido por el cine ha logrado tambi&eacute;n generar impacto en las marcas. Para Conversation Piece de Luchino Visconti, que se estren&oacute; en 1974, Fendi fue comisionada para la creaci&oacute;n del vestuario de Silvana Mangano.&nbsp;Previo a la cinta, la casa italiana s&oacute;lo hab&iacute;a producido accesorios y abrigos de piel. La inminente popularidad de la cinta alent&oacute; a Fendi a producir una colecci&oacute;n oficial de pr&ecirc;t-&agrave;-porter de pieles en 1977, l&iacute;nea que m&aacute;s tarde evolucion&oacute; para darle vida a Margot en The Royal Tenenbaums.

Frame de Conversation Piece_Getty Images_3.jpg

Frame de Conversation Piece_Getty Images_2.jpg

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El talento creativo ha sido inmortalizado en el cine desde la &eacute;poca de oro.&nbsp;Gabrielle Chanel estuvo trabajando vistiendo a Jean Harlow durante los 30s.&nbsp;M&aacute;s tarde, Chanel har&iacute;a un gran retorno a la pantalla grande en 1961, creando el vestuario de Last Year in Marienbad.&nbsp;Siendo un filme a blanco y negro, las gasas, brocados y su famoso little black dress sellaron la elegancia de Delphine Seyrig y acentuaron los interiores del hotel y sus impresionantes jardines en donde fue rodada. El legado cinematogr&aacute;fico de su marca sigue vigente, personificando roles &laquo;problem&aacute;ticos&raquo; que van desde Rebeca Giner en Tacones Lejanos de Pedro Almod&oacute;var, hasta Jasmine en Blue Jasmine de Woody Allen.

Frame de Last Year at Marienbad_The Criterion Collection_2.jpg

La comisi&oacute;n a dise&ntilde;adores para filmes no s&oacute;lo se queda en el uso de piezas ya existentes, sino tambi&eacute;n muchas veces realizan el vestuario completo. Tales son los casos de Prada en Romeo + Juliet de Baz Luhrmann en 1996 y m&aacute;s tarde para The Great Gatsby en 2013, el ic&oacute;nico vestuario de Paco Rabanne en 1968 para Jane Fonda en Barbarella, los elementos sartoriales de Yves Saint Laurent para Catherine Deneuve en Belle Du Jour de Luis Bu&ntilde;uel, el minimalismo puro de Raf Simons para Jil Sander que visti&oacute; a Tilda Swinton en I Am Love de Luca Guadagnino filmado en 2009, o Karl Lagerfeld dise&ntilde;ando en 1975 para el controversial filme franc&eacute;s Ma&icirc;tresse.

Es as&iacute; como el invisible encanto del vestuario cinematogr&aacute;fico impacta al espectador de manera consciente y subconsciente, atrap&aacute;ndole en un bucle que le envuelve y le permite revivir los escenarios de lo previamente visto. La moda permite al espectador experimentar las actitudes mostradas por el personaje con tan s&oacute;lo imitar las piezas que porta. Sin la moda y el dise&ntilde;o de vestuario, las pel&iacute;culas carecer&iacute;an del encanto que atrapa a la percepci&oacute;n sensorial.

La moda como el corazón de la narrativa cinematográfica

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