La visión hegemónica de Coyan
Relegadas por la industria de la moda, las tallas plus size cuentan una historia entre líneas de exclusión. En piezas que, en lugar de ser una opción más dentro del retail sizing chart, se han convertido en una categoría aparte y poco visible, con siluetas y tejidos que rara vez tienen una propuesta similar en términos de diseño a la de una prenda ‘regular’. El impacto en la inclusión real y la latente necesidad de este segmento permeó a Lucas Zunz —nacido en Francia, pero establecido en la ciudad de Nueva York— durante su etapa laboral en Sachin & Babi, en la cual se percató de una demanda concurrente en las plataformas de venta en línea de la marca. «El 67% de las mujeres en los Estados Unidos usa una talla 14 o superiores, pero a las marcas de lujo todavía les cuesta crear más opciones; asumen que no hay garantía de éxito por hacerlo», comenta Zunz en exclusiva para L'Officiel México cuando se le pregunta sobre los inicios de su marca Coyan –palabra traducida del francés antiguo al español como «modesto».


La marca se centra en el mismo significado de la palabra: una línea de ropa que otorga siluetas «modestas» regresando a la elegancia en la complexión en un solo corte, pues según Zunz la industria del plus size tiende a quitarle protagonismo al cuerpo. Con ello, Coyan se enfoca en piezas de lujo concebidas de manera sustentable en lamé de seda pura en siluetas fluidas y atemporales, otorgando así longevidad y versatilidad a la prenda. El desarrollo de la colección se doblega al convencional, desarrollando un nuevo patrón en talla 20 que les permite reducir hasta la talla 0, así como aumentarla hasta la talla 24; cada pieza es medida particularmente para conservar la misma caída y silueta sin importar la talla.

Bajo el legado del American Made Luxury, la marca neoyorquina inspira su reciente colección en los colores cálidos de los desiertos de Estados Unidos equilibrándolos con tonos neutros materializados por fibras creadas bajo estrictos estándares de calidad, reafirmando el lujo en la elegancia de sus piezas. En un nuevo imaginario de consumo, Coyan define un nuevo mundo en el espectro del lujo donde todos los tipos de cuerpo son percibidos bajo el mismo cristal: la belleza real.