Del marketing a los museos, vender una experiencia ha ganado terreno en el mundo artístico.

Hace unos a&ntilde;os el mundo del marketing para tiendas f&iacute;sicas tuvo que transformarse y buscar una nueva forma de atraer clientes. Las ventas en l&iacute;nea estaban creciendo, pero hab&iacute;a algo que no se pod&iacute;a generar por este medio: una conexi&oacute;n personal que da como resultado una experiencia. Lo que se buscaba era crear algo que se pudiera sentir, en lugar de solo observar y comprar pasivamente. Fue as&iacute;, que este fen&oacute;meno mercadol&oacute;gico se traslad&oacute; a la museolog&iacute;a.

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A grandes rasgos, el marketing experiencial es el conjunto de diversas estrategias que apelan a los sentidos, las emociones, la creatividad y lo vivencial. Muchas marcas han pasado de un mercado pasivo a construir una experiencia de compra que diferencia su producto frente a otros&nbsp;en el mercado y hace que el cliente genere lealtad hacia su marca.

Actualmente, las experiencias han sustituido a los servicios, convirti&eacute;ndose en el elemento m&aacute;s importante en la econom&iacute;a contempor&aacute;nea. Recordemos la famosa campa&ntilde;a de Coca-Cola: El cajero de la felicidad. Dicha campa&ntilde;a, consist&iacute;a&nbsp;en que un cajero con la imagen de la marca, permit&iacute;a hacer retiros con la condici&oacute;n de compartir el dinero con otras personas. La m&aacute;quina tambi&eacute;n proporcionaba diferentes ideas de c&oacute;mo usar dicha cantidad. Esto logr&oacute; que la marca generara&nbsp;una experiencia dif&iacute;cil de olvidar para los participantes, fortaleciendo sus lazos y v&iacute;nculos emocionales con su p&uacute;blico, e igualmente reforzando&nbsp;su posicionamiento como una marca dedicada a la alegr&iacute;a, la familia y los amigos.

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Otro aspecto importante, es&nbsp;la alta digitalizaci&oacute;n que se vive cotidianamente.&nbsp;Las personas desean generar una conexi&oacute;n personal, f&iacute;sica y humana en su entorno, por lo que la econom&iacute;a de la experiencia es parte fundamental del esp&iacute;ritu actual. Dado el &eacute;xito de esta estrategia en el mundo comercial, el mundo de los museos tuvo que adoptar algunas metodolog&iacute;as nuevas para llamar la atenci&oacute;n de un p&uacute;blico m&aacute;s joven. Por esta raz&oacute;n, hemos visto el crecimiento y popularizaci&oacute;n de museos e instalaciones inmersivas, en donde el p&uacute;blico no solo interact&uacute;a, sino que pasa a formar parte de la obra de arte.

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El arte experiencial se remonta a la d&eacute;cada de 1960, cuando artistas pioneros en el arte inmersivo como Allan Kaprow (Happenings) y Yayoi Kusama (Infinity Mirrored Rooms) comenzaron a crear experiencias dif&iacute;ciles de comercializar de la manera tradicional. Demostrando que el arte tambi&eacute;n es para los que no la pueden comprar y acercaron su obra a los sentidos y emociones de los espectadores creando memorias &uacute;nicas e irrepetibles.

Hoy en d&iacute;a, este tipo de arte se apoya en la tecnolog&iacute;a y digitalizaci&oacute;n de obras, creando ambientes audiovisuales, salas donde se reproducen audios y luces, con espejos y colores.&nbsp;Tambi&eacute;n se han visto instalaciones que incluyen experiencias de realidad virtual, en las que se crea un modelo a escala de estudios de famosos pintores del siglo XX, instalaciones que generan una experiencia incomparable.

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Si bien para los tradicionalistas un museo no es lugar para tomarse selfies y jugar, los tiempos de ahora exigen transformaci&oacute;n. Ya que&nbsp;los fondos p&uacute;blicos para museos se est&aacute;n reduciendo, las instituciones han recurrido a lo experiencial para extenderse a un p&uacute;blico m&aacute;s joven. Aunque es verdad que no vamos a transformar el Louvre en un patio de juegos, el modelo sistem&aacute;tico de un museo en el cual se exhiben tesoros art&iacute;sticos para su contemplaci&oacute;n pasiva, ha quedado en el pasado.

Ahora, la esencia del&nbsp;arte contempor&aacute;neo busca estar presente en la vida cotidiana, busca que el espectador la viva y sienta desde dentro de la misma obra, ya que si los artistas quisieran que observ&aacute;ramos su obra a lo lejos, el arte ser&iacute;a actualmente &uacute;nicamente digital. As&iacute; que recordemos que el uso de smartphones pone a nuestro alcance cualquier informaci&oacute;n en segundos, por esta raz&oacute;n es que los artistas y en especial los museos deben reforzar las conexiones con sus audiencias, creando experiencias llamativas.&nbsp;Es inegable&nbsp;que cada vez se est&aacute;n llevando m&aacute;s lejos las muestras inmersivas de arte, y en cada ocasi&oacute;n se vuelven&nbsp;m&aacute;s fascinantes.

Lo que tienes que saber del arte experiencial

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