Louis Vuitton menswear, la dualidad del extranjero
¿Qué quieres ser cuando seas mayor? Louis Vuitton se plantea la pregunta usual que nos hicieron a todos cuando eramos niños pequeños, analizando la manera en que nuestras aspiraciones estuvieron inevitablemente ligadas a los arquetipos de aquellas personalidades como: el doctor, el bombero, el abogado. Estas profesiones son reconocibles gracias a sus uniformes, sin embargo, estas prendas usualmente, traen consigo un sinfín de ideas preconcebidas. Virgil Abloh director creativo de Louis Vuitton, sitúa a la moda al centro de una nueva conversación que se propone una redefinición del «uniforme»: manteniendo los códigos, pero transformando los valores.
Dividida en dos actos, Louis Vuitton presenta su colección Peculiar Contrast, Perfect Light, otoño / invierno 2021. Primero, un hombre solitario, interpretado por el cantante y compositor Saul Wiliams, se adentra en un paisaje de montañas nevadas, con un portafolio plateado de LV. Su voz profunda y enérgica, expresa una narrativa de inminente búsqueda por la pureza. Luego, de manera inesperada, la locación se transforma en su totalidad, y aparecen modelos patinando en una pista de hielo con una danza sincrónica, abriéndole paso al nuevo punto de encuentro: Tennis Club de París. El show se desenvuelve con diversos performance, incluyendo un número de Yasiin Bey.


En un ambiente modernista con grandes paredes de mármol verde, que remiten a la estética de diseño interiores de la década de los años setenta, el protagonista deambula entre los rincones, con un pasaporte asomándose por su bolsillo y botones de aviones que decoran su largo abrigo. La dinámica que se desarrolla entre salas, recuerda a la energía que se vive en un aeropuerto.
Esta yuxtaposición de conceptos, surge del ensayo de James Baldwin, Stranger in the Village, el cual habla de la vida del escritor en los Estados Unidos y también, cómo fue ser un hombre afroamericano en una villa en Suiza. Abloh originario de Illinois, Estados Unidos, juega con aquella dicotomía, siendo un extranjero al mando de una marca europea.




La funcionalidad se encuentra frente a frente con siluetas sartoriales. Surge una variedad de formas y caídas que contraponen un estilo casual con la formalidad; abrigos largos, bufandas extragandes, suéteres con volumen, faldas midi y sacos a juego. El monograma de LV hizo varias apariciones, tanto en bandanas como artículos de piel, portafolios, bolsas de mano y una nueva versión de la clásica Speedy. Interesantes elementos típicos de un viajero complementaron toda la estética visual de Abloh, periódicos, envases de café, pasaportes, sombreros y maletines.




¿Las piezas clave? Una magnífica chamarra con figuras en tercera dimensión de la Torre Eiffel y edificios parisinos, así como otra versión con lugares emblemáticos de la Ciudad de Nueva York.
Esta temporada, Louis Vuitton se cuestiona quién realmente puede reclamar el arte, ¿quién puede hacerla o consumirla? Virgil Abloh retoma el concepto de “Tourist vs. Pur- ist”, la cual trata sobre un extraño que aspira a ser parte de la escena del arte y el conocimiento, contra el individuo que ya se encuentra dentro y ocupa su posición. Louis Vuitton triunfa con una colección que invita a desafiar el orden de los códigos establecidos del arte, la moda y la vida, para finalmente unirlos bajo un nuevo esquema de pensamiento.