Prada menswear, una abstracción de libertad humana
En un intercambio continuo de ideas que anhelan el contacto, Raf Simons y Miuccia Prada proponen un doble discurso sobre tactilidad y la sensualidad del cuerpo humano. En esta ocasión, la arquitectura vuelve a ser un elemento clave que corresponde a un momento lleno de emociones y sensibilidades.
Desarrollándose en un “no espacio” arquitectónico inmersivo, el elenco diverso de modelos navega entre bloques de color brillantes, sumergiendo al observador en una experiencia 360, a la vez acogedora y seductora. Diseñado por Rem Koolhaas y AMO, esta instalación de paneles conformados por una variedad de materiales como el mármol, la resina, el yeso y la piel sintética, juega de manera provocadora entre tonalidades frías y cálidas de rosa paso, azul cielo, verde, morado y tinto, tanto en texturas rígidas y suaves. Como bien lo han dicho los diseñadores, en respuesta a la situación actual de cambio climático que acontece en el mundo, el set será reciclado en diferentes ventanas emergentes alrededor del mundo; además de que el material restante será donado finalmente a Meta, un proyecto de economía circular, que ofrece soluciones sostenibles para la eliminación de residuos.




La música, insignia de Raf Simons, nuevamente adquiere un papel protagónico. Los pasos decididos de los modelos, fueron subrayados por los ritmos potentes de la banda sonora electrónica original de Plastikman, alias Richie Hawtin. Gracias a una impecable edición visual, la colección mostraba escenas emotivas desde diferentes ángulos, con el casting de modelos perdiéndose entre hipnóticas notas musicales.
Prada otoño / invierno 2021, presenta una selección de prendas concebidas para estimular los sentidos, con texturas que invitan al tacto. Estructuras minimalistas delimitan el contorno del cuerpo, siendo este último, el eje central de todas las propuestas. Uniformidad en las siluetas, siendo la base, bodys de punto jacquard que se abrazan como una segunda piel estilizada, favoreciendo al movimiento dinámico.
Estas prendas se desenvuelven en un paradoja, se nos revelan a la vez que se nos ocultan. Aparecen de manera individual, o bajo capas ligeras, plasmándose como agentes de protección o exposición absoluta. Símbolo de intimidad y rechazo, juventud y madurez, un reflejo del inevitable paso del tiempo.




Motivos geométricos se combinan con el re-nylon, y trajes clásicos de lana a rayas surgen tanto en colores tradicionales como inesperados. Entonces, siguiendo una línea de temporalidad invernal, aparecen abrigos simples cruzados, chaquetas voluminosas en cuero brillante o en jacquard geométricos. Guantes utilitarios en tonalidades brillantes de morado y naranja, así como capas con pequeños bolsillos triangulares, le dan dimensión a la piezas. La colección se devela en una cromática opaca, la cual se contrapone a toques brillantes de amarillo, naranja y rosa, seduciendo completamente a la vista.




Juntos, Raf Simons y Miuccia Prada, han llegado a la conclusión lógica de que la necesidad de regresar al cuerpo, es imperativa. Delimitarlo para liberarlo y así, invitar al observador a introducirse en un diálogo inteligente de ideas sobre actualidad, que se develan a través de las prendas.
¿Qué quiere el espectador? Más conversaciones Prada.