En el marco de ferias de arte como Zona Maco o Material Art Fair, revisamos la vida de Peggy Guggenheim para encontrar 7 consejos que le daría a un coleccionista de arte en la actualidad.

En el libro Confesiones de una adicta al arte, publicado en 1960, la coleccionista y mecenas Marguerite &ldquo;Peggy&rdquo; Guggenheim recoge algunas de sus memorias. Peggy &mdash;sobrina de Solomon R. Guggenheim, fundador del famoso <a href="https://www.guggenheim.org" target="_blank">museo neoyorquino</a>&mdash; fue un personaje clave no solo en el desarrollo del movimiento del Expresionismo Abstracto sino tambi&eacute;n en el mundo del arte de la primera mitad del siglo XX. Su colecci&oacute;n, una de las m&aacute;s completas de arte moderno, actualmente se exhibe en el <a href="http://www.guggenheim-venice.it/default.html" target="_blank">Museo Guggenheim de Venecia</a>, ubicado en el palacio que habit&oacute; hasta su muerte, en 1979. En medio de una semana en que plataformas como <a href="http://zsonamaco.com" target="_blank">Zona Maco</a> o <a href="https://material-fair.com" target="_blank">Material Art Fair</a> forman parte de la agenda de cualquier amante del arte, revisamos su vida para descifrar los consejos que le dar&iacute;a hoy a los coleccionistas

1. Ante todo, colecciona por amor al arte. No lo veas como una inversi&oacute;n. En sus memorias, Peggy Guggenheim narra c&oacute;mo regres&oacute; a Nueva York en 1959 &mdash;lugar que no hab&iacute;a pisado durante 10 a&ntilde;os&mdash; y se encontr&oacute; &ldquo;at&oacute;nita&rdquo;&nbsp; y decepcionada frente a un mercado completamente distinto al que ella conoci&oacute;. De esta experiencia, escribe con desd&eacute;n: &ldquo;Todo el movimiento art&iacute;stico se ha convertido en un enorme negocio. Son solo algunas pocas personas las que realmente se interesan por las pinturas. El resto las compra por esnobismo (...). La gente solo compra lo m&aacute;s caro, sin tener fe en algo m&aacute;s. Algunos compran por mera inversi&oacute;n y colocan las pinturas en bodegas sin siquiera verlas; telefonean a las galer&iacute;as todos los d&iacute;as para ver la m&aacute;s reciente cotizaci&oacute;n de las piezas, como si esperaran vender una acci&oacute;n en el mejor momento&rdquo;.

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2. Rod&eacute;ate de gente que sepa de arte m&aacute;s que t&uacute; y aprende lo que puedas de ellas. Si bien Peggy Guggenheim no estudi&oacute; arte en alguna universidad, supo hacer de su propia vida la mejor escuela para aprender arte. Una de las personas que m&aacute;s le ense&ntilde;&oacute; sobre esto fue su amigo, el artista Marcel Duchamp. Tal como lo cuenta en sus memorias: &ldquo;No s&eacute; qu&eacute; habr&iacute;a hecho sin &eacute;l. Me educ&oacute; completamente. No pod&iacute;a distinguir una pieza de arte moderno de otra, pero &eacute;l me ense&ntilde;&oacute; la diferencia entre Surrealismo, Cubismo y Arte Abstracto. Plane&oacute; exposiciones para m&iacute; y me dio sus mejores consejos&rdquo;.

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3. No compres por impulso, piensa bien la colecci&oacute;n que quisieras tener. Ases&oacute;rate y haz una lista. Durante su vida, Guggenheim tuvo un gran inter&eacute;s en crear un museo. En los a&ntilde;os 40 parec&iacute;a que sus sue&ntilde;os se cristalizar&iacute;an en Londres. Acudi&oacute; a su amigo, el cr&iacute;tico de arte Herbert Read, para hacer una lista de las obras que deber&iacute;a incluir en su colecci&oacute;n. Los nombres fueron revisados por los artistas Marcel Duchamp y Nellie van Doesburg. Aquella lista inclu&iacute;a a creadores como Salvador Dal&iacute;, Georges Braque, Picasso, Piet Mondrian y Fernand L&eacute;ger. Sin embargo, el inicio de la Segunda Guerra Mundial frustr&oacute; los planes del museo, aunque no sus ganas de coleccionar pues durante esos a&ntilde;os se propuso &ldquo;comprar una obra de arte al d&iacute;a&rdquo;, con lo que consigui&oacute; parte importante de su colecci&oacute;n. Piezas a las que ella misma se referir&iacute;a m&aacute;s tarde como sus &quot;beb&eacute;s de la guerra&rdquo;.

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4. Apasi&oacute;nate por el arte. Invol&uacute;crate en &eacute;l tanto como puedas. La vida de Peggy Guggenheim tambi&eacute;n est&aacute; ligada a la de muchos creadores. Estuvo casada durante cinco a&ntilde;os con el pintor surrealista Max Ernst (a quien ayud&oacute; a escapar de la Europa nazi). Adem&aacute;s, las an&eacute;cdotas recogidas en el documental de 2015 Peggy Guggenheim: Art Addict, describen c&oacute;mo llev&oacute; su pasi&oacute;n por el arte a otros niveles. Desde pasar cuatro d&iacute;as encerrada con el escritor y ganador del Premio N&oacute;bel, Samuel Beckett, hasta pasar una noche en la cama con el escultor Constantin Brancusi para conseguir una rebaja en el precio de la escultura Bird in Space.

5. Es probable que cometas errores como coleccionista, mira el lado positivo. Una de las confiesiones de Guggenheim narra su &ldquo;peor error&rdquo;: regalar 18 cuadros de Jackson Pollock. Esto, por supuesto, fue hecho en una &eacute;poca en la que los precios del artista abstracto no rondaban los millones de d&oacute;lares. &ldquo;Siempre me conformo con pensar lo afortunada que fui por haber podido formar mi colecci&oacute;n en una &eacute;poca en la que los precios a&uacute;n eran normales, antes de que todo el mundo de la pintura se hubiera convertido en un mercado de inversi&oacute;n&rdquo;.

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6. Encuentra la manera de apoyar a los artistas que te interesen. Durante su vida, el mecenazgo m&aacute;s famoso que realiz&oacute; fue el que concedi&oacute; al artista Jackson Pollock, a quien conoci&oacute; en 1943 cuando era carpintero de su t&iacute;o Solomon Guggenheim. Al ver su talento como pintor &mdash;&eacute;l ya hab&iacute;a estudiado con Thomas Hart Benton&mdash;, decidi&oacute; hacer un contrato con &eacute;l &mdash;que dur&oacute; hasta 1947&mdash; y organiz&oacute;, adem&aacute;s, su primera exposici&oacute;n en la galer&iacute;a Art of This Century. El apoyo que brind&oacute; a Pollock represent&oacute; uno de los orgullos m&aacute;s grandes de su vida: &ldquo;Cuando conoc&iacute; a Pollock estaba muy influenciado por el surrealismo y por Picasso. Pero pronto super&oacute; esta influencia y se convirti&oacute;, extra&ntilde;amente, en el mejor pintor que ha existido desde Picasso&rdquo;, escribe.

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7. Si ya has formado una colecci&oacute;n, intenta exhibirla y compartirla con el p&uacute;blico. Durante la &eacute;poca en que vivi&oacute; en Venecia, Peggy Guggenheim le abri&oacute; las puertas de su palacio a la gente que deseaba conocer su colecci&oacute;n, a&uacute;n cuando su residencia no era un museo. Las visitas eran guiadas por sus dos sirvientas, a quienes instruy&oacute; sobre su acervo, y se realizaban tres d&iacute;as a la semana (lunes, mi&eacute;rcoles y viernes). &ldquo;Usualmente me escondo en esas ocasiones. Despu&eacute;s les pregunto a ellas lo que vieron. Una vez me dijeron con horror c&oacute;mo alguien confundi&oacute; una pieza de Picasso con un Braque, &lsquo;&iquest;por qu&eacute; no lo corrigieron?&rsquo;, les pregunt&eacute;. &lsquo;Era el profesor de un grupo de estudiantes&rsquo;, contestaron ellas&rdquo;. Adem&aacute;s sus memorias concluyen con una frase que resume el inter&eacute;s que mantuvo como coleccionista durante toda su vida: &ldquo;Que se nos permita preservar y presentar a las masas todos los grandes tesoros que tenemos&rdquo;.

7 consejos de Peggy Guggenheim para coleccionar arte

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